"La mayoría de los ganaderos siguen dejando la recría por precio de mercado"

CONCEPCIÓN GONZÁLEZ

Directora técnica de ANCA

OVIESPAÑA.- ¿Qué estrategias básicas hay que llevar a cabo antes del parto en aspectos como sanidad y alimentación para tener una buena recría en ovino extensivo?

CONCHI GONZÁLEZ.- Las estrategias básicas no son diferentes a las de explotaciones intensivas o semiintensivas. Una buena alimentación en el preparto es fundamental para conseguir buen peso en los recién nacidos. Si las condiciones de campo son muy buenas, la suplementación puede ser mínima, pero muchas veces es necesario separar los animales y llevarlos a comer en zonas aparte cuando los pastos están muy agotados. Después ya nacido, la ración debe ser la de cualquier oveja en lactación. Un problema grave son las parideras continuas, que hacen que las parideras sean un goteo que no permite apartar lotes, y lógicamente hacer una suplementación a las futuras madres. Los corderitos que nacen son muy pequeños y tardan mucho en llegar a los 11-12 kg. de peso.

En cuanto a sanidad, tampoco hay ninguna diferencia con los rebaños de leche. Son más temas particulares de cada explotación: diarreas, pasterellas, etc... La buena sanidad de los lechazos, va unida al buen protocolo sanitario de la explotación.

OV.- ¿Cuántas parideras suelen hacerse en los rebaños extensivos? ¿Hay diferencias entre zonas o tipos de rebaño? ¿Cuál sería la estrategia correcta?

C.G.- Aquí uno puede encontrarse manejos de todo tipo y entiendo que no hay ninguno que prime sobre otro. El número de parideras va a depender de la propia ganadería, su tamaño, los trabajadores que haya en ella, la disposición de naves, etc...Así por ejemplo puede uno encontrar en el mismo pueblo dos ganaderías extensivas de carne con un manejo totalmente distinto de las parideras.

Lo más habitual dentro de la raza castellana es hacer 3 ó 4 parideras al año, con una duración de 1’5-2 meses cada una.

No hay estrategia única, cada explotación debe organizarse según le sea más conveniente de cara a ventas, esquivar la canícula, organizar los temas de agricultura, gente disponible para atender las parideras, etc... La única estrategia mala es la paridera continua, que no tiene ningún sentido productivo, sanitario o de calendario.

OV.- ¿Cuál es el porcentaje de reposición habitual que se aplica en ovino extensivo? ¿Es el ideal?

C.G.- El porcentaje de reposición viene siendo de un 15%. Según años y según desviejes, debería a veces aumentarse al 20, dado que muchas veces los ganaderos no desechan ganado improductivo, que aunque no es viejo sí debería ser eliminado y sustituido.

Entre un 15 y un 20% sería una cantidad suficiente. Las reposiciones no son tan altas como en ovino de leche, ya que las explotaciones dedicadas a carne, y en concreto a la producción de lechazos, tienen lactaciones de 1 mes, por lo que las hembras sufren un desgaste fisiológico considerablemente menor.

OV.- ¿Hay muchos ganaderos que siguen eligiendo a las futuras reproductoras simplemente a ojo, o se aplican sistemas de control en la selección de la recría en este sistema de explotación? ¿Cuál es el porcentaje de rebaños que utilicen los datos genéticos de los animales?

C.G.- Por desgracia la gran mayoría de los ganaderos siguen dejando la recría, más que a ojo, por precio de mercado, y la tónica general es que cuando termina la campaña de Navidad y se hunden los precios de los lechazos, todas las hembras que nacen en los meses del “lechazo a 30 €”se quedan para vida. Evidentemente eso es un criterio desastroso, y además contribuye a marcar la estacionalidad del rebaño y a prolongar la entrada de las corderas en producción.

Dentro de ANCA asesoramos a los ganaderos para que la recría se haga bajo criterios, fundamentalmente de producción, de morfología y también sanitarios. Ahora mismo hay trabajando unas 35 ganaderías.

OV.- ¿Qué alimentación y qué manejo es el más adecuado para gestionar la recría en granjas extensivas? ¿Cuáles son los errores más comunes que se cometen?

C.G.- Durante los primeros dos meses, lo habitual es que permanezcan en la nave con sus madres. Después hay ganaderos que las destetan, y otros que las llevan al campo con las madres. En los destetes tempranos es importante dar un pienso de transición que evita muchas bajas. Si se destetan ya con 4 meses, puede no ser tan necesario. En todo caso el destete no debe prolongarse de los 4 meses.

Muchas veces la gente pregunta qué es mejor, recriar las corderas en la nave o en el campo, y el lugar no marca el éxito de la recría, sino que los animales coman y si hace falta se suplementen.

Los errores más comunes que se cometen son:

1.- No destetar las corderas. Esto no repercute en las corderas propiamente, pero sí en el parón productivo de las madres, lo que supone pérdidas en la explotación.

2.- Falta de suplementación en la recría, cuando se sacan al campo, y las condiciones son adversas. Hay un frenazo brutal en el desarrollo de los animales.

3.- Recrías masivas los primeros meses del año, esto provoca que los animales no sean capaces de cubrirse hasta que tienen por lo menos un año y medio, y perdiendo como mínimo un año de entrada en producción. Además lo ya comentado antes, de fomentar la estacionalidad del rebaño.

4.- No hacer cubriciones separadas a las corderas. Esto ayuda también a que su entrada en producción se retrase, y los ganaderos mantengan animales improductivos durante más de 1 año.

Hay un dato muy contundente a la hora de abordar los datos, y es que cualquier explotación de leche, por mal gestionada que esté, produce más lechazos por oveja y año que una explotación de carne; cuando precisamente los ganaderos de carne su única producción son los lechazos y deberían cuidar y mimar al máximo toda la gestión de parideras.