La donación de mastines, la instalación de muladares con carroña y el vallado de las ganaderías en mayor riesgo son algunas de las medidas que la Junta de Castilla y León aplicará en las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora para frenar los numerosos ataques del lobo al sur del Duero, donde goza de protección.
De todo ello ha informado el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante una reunión celebrada ayer a los presidentes de las diputaciones de Ávila, Jesús Manuel Sánchez; de Salamanca, Francisco Javier Iglesias; y de Zamora, Mayte Martín.
Los vallados acotarán una superficie aproximada de cuatro hectáreas en las explotaciones de ganado que más ataques hayan sufrido a lo largo de 2015, para protegerles durante la noche, han informado fuentes de la administración autonómica.
Las medidas de control de la población del lobo al sur del Duero han sido reforzadas con más agentes medioambientales y mejores medios entre los que figuran instrumentos de visión nocturna.
El consejero también se ha comprometido ante los presidentes a buscar un sistema de indemnización a los ganaderos que se ajuste lo máximo posible a las pérdidas reales, así como a la agilización de los expedientes de compensación por daños que, a día de hoy, están concluidos y abonados el noventa por ciento de los incoados en 2015.
Suárez-Quiñones ha detallado a Sánchez, Iglesias y Martín los pormenores del Plan de Conservación y Gestión del Lobo, que estará aprobado antes de finalizar este mes junto al seguro de responsabilidad a cargo de la Junta de Castilla y León.
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