La Guardia Civil ha desarticulado una red que entre 2009 y 2013 exportó más de 139.000 toneladas de harinas cárnicas y gallinazas mezcladas con otros productos a 41 empresas de países extracomunitarios, valoradas en 23 millones de euros, en una operación iniciada a raíz de un informe de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha.
La Guardia Civil ha informado que se han detenido a tres personas e imputado a otras 68 por los delitos contra la salud pública, falsedad documental, estafa, contra la hacienda pública, contrabando, asociación ilícita e insolvencia punible. Los agentes detectaron que utilizaban para la fabricación de piensos subproductos animales no autorizados y que contenían sustancias que podrían ser perjudiciales para la salud animal y el medio ambiente.
La operación se inició tras un informe emitido por los servicios periféricos de la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha, en el que se ponía de manifiesto irregularidades detectadas en las empresas investigadas durante los controles oficiales efectuados.
Los agentes detectaron que esas empresas utilizaban para la fabricación de piensos subproductos animales no autorizados y que contenían sustancias que podrían ser perjudiciales para la salud animal y el medio ambiente, incumpliendo el Reglamento Europeo sobre que los animales de granja no deben alimentarse con material de alto riesgo ni con subproductos derivados de su propia especie.
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