El mejor queso del valle fue el de Alberto Martínez Alonso, de la quesería "Priena" (de Corao) y Covadonga Fernández,(SAT) "La Corralada Gumartini", de Intriago (Cangas de Onís), presentó el mejor del puerto. Juan Carlos Rubio, natural de Salas y gerente del restaurante "Carlos Tartiere" de Madrid, se llevó ambos quesos por 3.800 euros. Junto a él pujaron otros cinco negocios y una asociación turística en una subasta marcada por las repentinas subidas en el precio del alcalde, José Manuel Abeledo, que llegó a pasar de los 1.800 a los 2.800 euros de un solo golpe, provocando carcajadas entre público y pujadores, aunque Rubio tiene experiencia en sumas astronómicas: este verano pagó 11.000 euros por el mejor cabrales y también se hizo con el mejor gamonéu de 2015, una pieza del puerto de Cándido Asprón a 2.600 euros.
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