Las razas ovinas Ojalada y Castellana Negra son algunas de las razas autóctonas de Castilla y León que se encuentran en peligro de extinción porque no alcanzan un número de cabezas tan importante como aquellas destinadas a ser más rentables. Para evitar su desaparición y apostar por su mejora genética, el Centro de Selección y Reproducción Animal (Censyra), ubicado en Villaquilambre (León) y dependiente de la Consejería de Agricultura y Ganadería, cuenta con un banco de germoplasma con dosis de semen congeladas desde hace unas treinta años, según publica El norte de Castilla.
Por este motivo no es un centro cualquiera. De él depende el presente y sobre todo el futuro de estas razas autóctonas de algunas de las comarcas de Castilla y León. “Este banco sirve para garantizar la raza si no hay animales vivos. Incluso, permite recuperarla si se hubiera extinguido ya”, sostiene el director del Censyra, Juan Carlos Boixo, quien argumenta que a buen resguardo, cumpliendo todos los protocolos establecidos, se encuentran dosis válidas desde los años 80.
ño, no reflejando la actividad que tradicionalmente se ha estado llevando a cabo. Ello conlleva una reducción de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), tanto en el primer pilar (pagos directos) como en el segundo (agroambientales e indemnización compensatoria).
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