Dos técnicos del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Illes Balears (Cofib) fueron los encargados de acabar, con disparos de arma de fuego, con el medio centenar de cabras domésticas que habitaban desde 1992 los riscos de es Vedrà, cuando los propietarios del islote lo repoblaron con cinco hembras y un macho después de casi 20 años de ausencia de estos animales, que causan daños graves en la flora endémica del peñón, según publica Diario de Ibiza.
La directora general de Espacios Naturales y Biodiversidad de la conselleria balear de Medio Ambiente, Caterina Amengual, explicó que la decisión se tomó con el fin de tratar de recuperar la flora autóctona del peñón: “Es una cuestión de prioridades y la conservación de los ecosistemas es una prioridad, ya que tenemos la obligación de dignificar los espacios naturales”.
Antes de tomar la decisión final se valoró la posibilidad de sacar las chivas con vida del islote, pero resultaba demasiado complicado, ya que la orografía del peñón lo hace casi imposible.
La Conselleria balear de Medio Ambiente remitió en octubre del año pasado una carta a los propietarios de es Vedrà en la que se les preguntó si las cabras eran suyas y, en el caso de que así fuera, que se encargaran de retirarlas. Respondieron que no les pertenecían.
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