Intia informa a los ganaderos navarros sobre las ayudas a razas en peligro de extinción

El pasado 6 de mayo tuvo lugar en la sede del Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (Intia) una jornada monográfica sobre las ayudas a las razas autóctonas locales en peligro de abandono. Contó como ponente con Agustín Poblador, jefe de la sección de producción animal del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra. Acudieron a la cita más de 70 profesionales de la ganadería a quienes, de acuerdo con el programa, se informó sobre los controles administrativos, inspecciones, periodos de referencia, nuevas concesiones, transferencias de compromisos y penalizaciones por incumplimiento de la nueva normativa.

Estas ayudas se regulan por la Orden Foral 104/2016 (Título II, Capítulo V: Conservación y fomento de razas locales en peligro de abandono) y tienen por objeto “alentar a los ganaderos a mantener las razas ganaderas locales autóctonas en riesgo de abandono y los sistemas de explotación tradicionales que les son propios, fomentar el incremento del censo ganadero de las razas locales en peligro de extinción y la mejora de su productividad y rentabilidad, manteniendo a la vez la rusticidad y adaptación al medio y a los sistemas tradicionales de manejo.”

Se pueden adherir estas ayudas los ganaderos de la raza ovina Sasi Ardi y de la raza caprina Pirenaica.

Agustín Poblador explicó que la ayuda se concederá anualmente y que consiste en una subvención en forma de prima por unidad de ganado mayor (UGM) y año. Entre otros requisitos indicó que para percibirla habrá que cumplir que la explotación esté inscrita en el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA) y tener un mínimo de 3 UGM de animales inscritos en el correspondiente libro genealógico.

Además, apuntó que quienes se adhieran a esta medida deberán cumplir los compromisos y obligaciones durante al menos 5 años. Uno de ellos es el de mantener el 100% del censo de animales reproductores comprometido, teniendo una penalización del 20% en caso de incumplimiento. Por ello, recomendó ajustar el compromiso inicial a las posibilidades de la explotación.