La ola de calor, que mantiene durante estos días en alerta a un buen número de provincias españolas, pone a prueba a los agricultores y a los granjeros, que tienen que tienen que extremar los cuidados sobre las explotaciones. De hecho, las organizaciones agrarias ya han advertido de las consecuencias que puede acarrear el calor, según publica Agroinformación.
Así, el director de los servicios técnicos de COAG en Murcia, José Luis Miguel, remarca que las granjas suelen tener buena refrigeración para evitar la asfixia de los animales, pero la ola de calor sí reduce los rendimientos y exige de mayores cuidados, como asegurar agua y comida, especialmente al ganado que no puede pastar en el campo.
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