Los veterinarios de Huesca y Zaragoza rechazan vacunar frente a la lengua azul sin un protocolo

Los veterinarios de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria de ovino, caprino y vacuno de Huesca y algunas zonas de Zaragoza no quieren colaborar en la vacunación contra el serotipo 8 de la Lengua Azul prevista por el Ministerio mientras no se establezca un protocolo de actuación para el caso de que aparezcan efectos secundarios. Este protocolo debe ser consensuado por las diversas partes afectadas y predominar los criterios científicos sobre los de cualquier otro tipo".

Recuerdan que ya en la anterior campaña de vacunación (2008- 2011) manifestaron su oposición a la campaña, que finalmente causó "numerosos efectos secundarios, a corto y a largo plazo, que además de las obvias repercusiones en el bienestar de los animales supuso un coste a las explotaciones ganaderas extraordinariamente elevado".

La orden incluye del MAGRAMA prevé actuar en la franja fronteriza con Francia, dada la situación de la enfermedad en el país galo, donde a mediados de septiembre aparecieron focos en la zona central. Aragón, al igual que Cataluña y Navarra, han manifestado su interés en llevar a cabo esta vacunación propuesta por el Magrama en los bovinos y ovinos.

Pero los veterinarios manifiestan que debe barajarse "la posibilidad de buscar alternativas más racionales ante la situación epidemiológica actual". Destacan que en el sur de Francia, de donde procede la enfermedad, "no se ha impuesto la vacunación obligatoria", al igual que se ha hecho en el País Vasco, que, "con un riesgo epidemiológico similar al nuestro, ha determinado pa la vacunación de los rebaños será voluntaria".

También critican en el comunicado que tras decretarse la vacunación obligatoria por parte del Magrama, no existe ninguna partida económica para sufragar el coste de la aplicación de la vacuna.

Tampoco los representantes de los ganaderos de estas provincias se muestran convencidos del interés de la vacunación, recordando que en 2008 provocó numerosas bajas, abortos y síndrome consuntivo crónico, problemas que han repercutido en la cabaña ganadera en los años sucesivos.