El mercado de la leche de cabra está viviendo un año 2020 de descensos en las cotizaciones respecto al ejercicio anterior, aunque finalmente el descalabro no ha sido tan grande como se temía buena parte del sector productor. Eso sí, durante la época más dura del confinamiento, en concreto durante los meses de abril y mayo, el precio pagado a los productores de caprino lechero ha sido muy dispar. Algunas industrias lácteas optaron por pagar precios de 7,21 euros por hectogrado (12 pesetas por grado de extracto quesero), aunque algunas operaciones se cerraron a precios inusualmente bajos de 6,01 euros por hectogrado (10 pesetas), que hacía mucho tiempo que no se veían en este mercado. Por lo tanto, el factor comprador ha sido tremendamente importante para determinar el precio recibido por cada ganadero de caprino.
La llegada de la libertad de movimientos interprovinciales en el mes de junio y, sobre todo, la revitalización del turismo y del consumo durante el presente mes de julio han supuesto una recuperación del sector. El precio medio pagado en julio se situará alrededor de 7,51 euros por hectogrado (12,50 pesetas por grado), además en un contexto de mercado más homogéneo con precios más unificados por parte de todos los operadores. Además, se espera que el precio de la leche ascienda a 7,81 euros por hectogrado (13 pesetas por grado) en agosto.
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