Introducción: ‘Aplicación Práctica del Trasplante de Embriones en Granjas de Ovino Lechero de Alta Producción’

QUINTA SESIÓN / SEMINARIO DE BIOSEGURIDAD - ‘Nuevas herramientas reproductivas en ovino’

La evolución de la reproducción en vacuno, que serán los pasos que se irán dando en ovino, ha sido la utilización de la inseminación artificial (años 50), la transferencia de embriones (años 60), embriones in vitro (años 80), clonación (años 90), transgenésis (2010) y ‘editing’ (2010).

En Ovigén se ha comenzado recientemente con la transferencia de embriones. En la primera experiencia realizada, de once ovejas donantes en una explotación y otras once en otra granja, se obtuvieron más de 200 embriones, por lo que la media era más de diez por animal.

Una vez que se conoce la selección de animales, que al principio fue por azar, luego de forma visual, más adelante con el control de producciones, después con el ADN y ahora con la genómica, se trata de conseguir una mayor descendencia de ellos.

La transferencia de embriones es una herramienta para imprimir velocidad a la mejora genética, sobre todo utilizando la vía hembra. Hay ganaderos que tienen machos muy buenos de los que se pueden tener hasta miles de hijos, pero en la vida productiva de una oveja hay muy pocos descendientes. Con la técnica de la fecundación in vitro, se puede obtener un alto número de descendientes. Se debe tener en cuenta que de una hembra se pueden hacer entre cuatro y veinte lavados, pero normalmente se hacen seis. Los embriones recolectados también suelen ser de seis, implantando dos embriones por receptora, por lo que las ovejas se pueden quedar preñadas de los dos embriones.

Como dijo el veterinario australiano David Osbourne en una jornada celebrada en Madrid y organizada por CEVA, “un ganadero puede vender su mejor macho, pero nunca venderá su mejor hembra”. En esta jornada, se ponía un ejemplo de una explotación ovina en Australia de 3.000 hembras en las que se seleccionaban las 15 o 20 mejores ovejas para transferencia de embriones. La pregunta es si se aporta más como genética o produciendo leche. El ganadero puede creer que es mejor que no se produzcan embriones de sus mejores ovejas, ya que son las que más leche dan, pero quizás aporten más para el futuro de su granja haciendo genética. Las 300 siguientes se inseminaban por vía laparoscópica y el resto se hace por monta natural. Además, se sincronizaba a 150 receptoras para implantar los embriones.

Se hacía el tratamiento seis veces por hembra, con seis embriones cada vez y cuatro corderos nacidos de cada tratamiento. Por lo tanto, con 20 hembras se obtenían 480 corderos nacidos, de los que 240 son machos y 240 son hembras. Posteriormente, se volvía a elegir al año siguiente a las mejores 20 hembras para donar embriones y de los machos se reservaban 5 machos para colectar semen y realizar la inseminación artificial vía laparoscópica.

Una investigación de Sergio Ledda, en la Universidad de Cerdeña (Italia), ha señalado que entre las 4 y 8 semanas de vida se pueden extraer ovocitos del ovario de una cordera, que posteriormente se maduran y se fecundan. Hay datos de corderas de los que se obtienen hasta 240 ovocitos. Con esos ovocitos, esta investigación tuvo fertilidades del 66%.

En el sector ovino, se lleva innovando mucho tiempo por parte de ganaderos y veterinarios, con la aportación por parte de centros de genética e investigación, empresas privadas, foros y ferias… Se deben afrontar los retos del sector, que se pueden superar a través de dejar de pensar que algo no se puede hacer. Los ganaderos demuestran que son innovadores y que apuestan por la alta tecnología. Pero se deben dar nuevos pasos como la transferencia de embriones, que es un reto que se puede aplicar a las ganaderías.