La incertidumbre por el coronavirus, junto con el aumento de producción que se registró durante el pasado año 2019, ha provocado que el precio de la leche de cabra haya descendido de una forma generalizada en todo el caprino español. Sin embargo, algunas soluciones se han mostrado como eficaces a la hora de conseguir un mantenimiento de los precios del mercado.
Un ejemplo paradigmático, en una comunidad autónoma que no tiene una gran producción de leche de cabra, y en la que además hay una fuerte demanda de quesos de cabra gracias a un mercado maduro de consumidores, es Llet de Cabres Catalanes.
Gracias a esta iniciativa en la que están unidos queseros y ganaderos, los productores catalanes tienen un notable incremento del precio, convirtiéndose en una comunidad autónoma privilegiada para el caprino lechero.
Las cotizaciones de los meses de primavera y verano se sitúan en 9,40 euros por hectogrado (15,64 pesetas por grado de extracto quesero), mientras que el precio de otoño e invierno sube hasta 10,50 euros por hectogrado (17,47 pesetas por grado).
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