El sector del ovino lechero de Castilla y León se encuentra realmente expectante para conocer los datos oficiales de producción de los meses de septiembre y octubre, que serán publicados próximamente por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). Esa evolución en la producción será clave para fijar las posiciones en las negociaciones para del calendario de precio de los contratos anuales del ejercicio 2020 en la comunidad autónoma que lidera la clasificación nacional en producción de leche de oveja.
En los datos más actualizados que se conocen por el momento, se da la circunstancia de que la producción se ha incrementado notablemente en los meses de julio y agosto, después de que el primer semestre del año se cerrara con un descenso en la producción del 4%. Sin embargo, en los meses estivales se ha pasado de los 93,81 millones de litros en 2018 a los 96,25 millones en julio y agosto de 2019, por lo que el aumento es del 2,6%, lo que indica un claro cambio de tendencia que podría ser esgrimido por las industrias lácteas como un argumento para la negociación a la baja de los precios de la leche de oveja de cara a 2020.
Otro factor importante que deberá analizarse es la venta de quesos en el mercado nacional durante la campaña navideña en la que el consumo ya está inmerso, ya que una buena evolución de las ventas de queso podrían provocar una necesidad de abastecimiento de las industrias lácteas, lo que jugaría a favor de un aumento en los precios.
Mientras tanto, el último trimestre discurre con normalidad en las explotaciones de ovino lechero de Castilla y León, con unas cotizaciones que ya estaban pactadas desde inicios del año en la mayoría de las ocasiones. Los precios medios oscilan entre los 7,21 y los 7,51 euros por hectogrado, es decir, entre 12 y 12,50 pesetas por grado de extracto quesero (suma de los porcentajes de grasa y proteína.
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