La organización agraria COAG ha denunciado este jueves un nuevo ataque de lobos en el municipio burgalés de Barcina de los Montes, al norte de la provincia, que ha provocado la muerte de dos ovejas y ha dejado otra herida, mientras que posteriormente los buitres han acabado con los restos.
Los hechos han ocurrido de día y con el pastor presente, según ha explicado la organización agraria en un comunicado, en el que han reflejado también la denuncia de otro ganadero que habla de que en un año se han producido ataques contra la ganadería que han acabado con una treintena de vacas y terneros por el mismo motivo.
Según COAG, estos ataques se suman a las continuas incidencias que sufren las ganaderías ovinas y vacunas provocadas por las manadas de lobos que se encuentran asentadas en la comarca de Las Merindades y en la Sierra de la Demanda.
COAG-Burgos ha calificado de "insoportable" la situación que sufren las ganaderías extensivas en toda la provincia, puesto que los ataques de lobos se siguen multiplicando y provocando cada año daños económicos cuantiosos a explotaciones familiares que "no pueden aguantar más"
Por eso, la organización reclama a la Delegación Territorial de la Junta en Burgos y a la propia Consejería de Medio Ambiente que actúe excepcionalmente y autorice de forma inmediata controles de las poblaciones de lobos, "porque la situación es dramática para los afectados".
En este sentido, aseguran que la presión que sufren los ganaderos les está afectando personalmente en su vida cotidiana, puesto que todas las semanas se producen graves incidentes, incluso a plena luz del día, como en este caso, con consecuencias ruinosas para sus economías.
De hecho, COAG reclama también que el pago de las indemnizaciones por todos los daños se haga de forma ágil y que la administración autonómica, como gestora de la fauna, controle esta especie, tal y como prometió la Consejería de Medio Ambiente para situaciones excepcionales como la que está sufriendo actualmente la provincia de Burgos.
Desde la organización agraria consideran que el sector ganadero se siente totalmente indefenso, pues incluso las medidas suplementarias en el manejo, como una mayor estabulación, la vigilancia personal en el pastoreo y la mayor dotación de perros, se demuestran insuficientes ante manadas o ejemplares de lobo que encuentran en los rebaños su sustento diario, así como en algunos casos como métodos de aprendizaje.
Estiman que esta problemática se extiende tanto al Sur como al Norte del Duero, porque "no se está ejerciendo el más mínimo control de los lobos", por lo que su expansión está siendo exponencial, en detrimento de la actividad ganadera en extensivo, práctica tradicional en la provincia de Burgos.
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