Delia Lacasta y el Servicio SCRUM reciben el Premio Francisco La Reina del Colegio de Veterinarios de Huesca

El Colegio de Veterinarios de Huesca celebraba este pasado domingo 7 de octubre la festividad de San Francisco, patrón de este colectivo profesional. En el transcurso de la jornada festiva se entregaba el Premio Francisco La Reina a Delia Lacasta, representante del Servicio Clínico de Rumiantes (SCRUM) de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza.

Delia Lacasta agradecía este reconocimiento, que recibía de manos del presidente del Colegio, Fernando Carrera; e incidía en que el trabajo en el sector ovino y caprino es muy vocacional, ya que ocuparse de este ganado ni da dinero ni prestigio.

Recordaba que el Servicio SCRUM de la Facultad de Veterinaria está a disposición de los ganaderos y de los veterinarios, con el fin de desarrollar trabajos de investigación sobre cuestiones del día a día que pueden aparecer en cualquier explotación ganadera, y con el fin de incrementar su competitividad y rentabilidad.

Delia Lacasta aprovechaba para valorar el papel que desempeña el ovino y caprino en el medio rural. Es un papel que lo califica como esencial, por su importancia social, económica y medioambiental.

Se hacía entrega también de la subvención del 0,7 por ciento de presupuesto del Colegio de Veterinarios de Huesca a una entidad social. En este año se ha otorgado a la Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos.

Los premios del VIII Concurso Fotográfico del Colegio de Veterinarios de Huesca han correspondido a Jorge Ruiz del Olmo (primer premio) y Andrea Gómez García (segundo premio).

Este año la celebración de la fiesta del Colegio de Veterinarios de Huesca se ha celebrado en la capital oscense, reuniendo a más de un centenar de profesionales veterinarios. Se cursaba visita a la Catedral, Ayuntamiento y Museo de Huesca, y se asistía a una misa en el Convento de las Miguelas.

Allí se recordaba a los veterinarios colegiados fallecidos en este último año: María Rosa López Lacambra, Luis Mur Lanau, José Antonio Morlán Lalueza, Prudencio Vivas Garrido y Luis Manuel Lax Cacho.

Posteriormente tenía lugar una comida en el Castillo de San Luis. Allí se procedía a reconocer a los jubilados de honor (se les entregaba insignia de oro), a los colegiados en su 25 aniversario (bolígrafo grabado con el escudo del Colegio) y a los profesionales de primera colegiación (insignia del Colegio).

Y se celebraba el tradicional sorteo de regalos, entregándose a todos los asistentes el libro “La responsabilidad profesional del veterinario: Ámbitos penal y civil”, obra del abogado Juan José Jiménez y del perito veterinario Alfredo Fernández.