El Chivo Lechal Malagueño se consolida y busca conquistar el mercado catalán.

El Chivo Lechal Malagueño es una marca pionera en España en lo que se refiere a la carne de ganado caprino. Puesta en marcha hace ya casi una década por la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (Cabrama), esta marca de garantía ha conseguido consolidar su primer objetivo, que no era otro que regularizar el consumo de este tipo de carne en la provincia de Málaga ya que, paradójicamente, se circunscribía a determinadas zonas rurales y no era habitual de los restaurantes malagueños, con una importante presencia de turismo en muchas épocas del año.

“Este éxito provoca que haya una parte negativa, que no es otra que el fraude. Se están vendiendo chivos que proceden de otras provincias, e incluso de Holanda, pero para ser Chivo Lechal Malagueño deben tener la etiqueta de la marca de garantía, que es la que certifica su origen y su calidad”, afirma Juan Manuel Micheo, secretario ejecutivo de Cabrama.

Su consolidación le ha llevado a multiplicar por diez sus cifras de facturación desde su inicio, por lo que la asociación de raza Malagueña se ha planteado llegar a otros mercados. En concreto, se está trabajando para introducir esta carne en el mercado catalán, en concreto en la ciudad de Barcelona. Como siempre, la campaña navideña será clave para conocer el balance de este ejercicio.

La vitola de Chivo Lechal Malagueño garantiza que se trata de un animal de un mes aproximado de edad, con un peso vivo entre 8 y 10 kilos, por lo que la canal está entre 4 y 6 kilos. Los animales deben proceder de explotaciones con características constructivas y de habitabilidad que garanticen el bienestar de los animales, debiendo tener cada explotación un programa sanitario adecuado. Sus madres son ejemplares de raza Malagueña puras, ya sean inscritas en el Libro Genealógico de la raza o certificadas por la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña. La carne de Chivo Lechal Malagueño, al proceder de un animal joven, exclusivamente alimentado a base de leche, presenta un color rosa pálido, un alto grado de terneza y jugosidad , junto a un sabor suave y característico.