La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (Anche) puso en marcha hace unos años un esquema de mejora genética para la producción de lechazos que puede considerarse en la actualidad como estabilizado. Este esquema de carne cuenta en la actualidad con seis machos mejorantes, todos ellos ya fallecidos, pero de los que se cuenta con dosis seminales congeladas. Por otra parte, también se cuenta con tres animales que no tienen aún la fiabilidad suficiente para ser considerado como mejorantes porque se necesitan datos de más hijas, pero probablemente en la próxima valoración genética pasen al primer escalón del catálogo.
Sin embargo, este esquema en el que participan directamente una cuarentena de explotaciones corre el riesgo de quedarse estancado en el futuro. “El problema del relevo generacional hace que no se incorporen productores y explotaciones nuevas. Por esa razón, si en los próximos años no hay incorporaciones, podemos quedar el riesgo de quedarnos estancados”, explica Teodoro López, director técnico de la asociación Anche.
En el lado positivo de este esquema de mejora genética específico para la producción de lechazos, ha aumentado el interés de las ganaderías de la asociación por los machos con buenas condiciones genéticas que no llegan a mejorantes, y que son distribuidos entre las explotaciones gracias a las populares ‘bolsas de machos’.
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