La agricultura familiar dedicada a la producción para autoconsumo o la venta local y pequeñas explotaciones ganaderas de ovino, caprino y centradas en la elaboración de quesos son los más afectados por el incendio que ya ha arrasado 12.000 hectáreas en la isla de Gran Canaria.
Las organizaciones agrarias han coincidido en que se trata de pequeñas producciones, propias de una orografía montañosa como la afectada por el fuego.
El incendio también está afectando a pequeñas parcelas con animales de aptitud láctea (ovino, caprino) que, en muchos casos, han tenido que ser evacuados.
Desde Asaja han indicado que es pronto para poder hacer una evaluación de los daños y las consecuencias económicas de este incendio y han informado de que esperarán a que "finalice esta catástrofe" para ofrecer las primeras estimaciones.
El presidente de COAG Canarias, Rafael Hernández, ha estimado que la ganadería se ha llevado la peor parte, ya que, aunque no ha habido muertes de animales, muchos han tenido que ser evacuados.
Según sus cálculos, unas 700 cabezas de caprino, 200 de ovino.
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