Todos los animales bovinos, ovinos y caprinos destinados a la exportación serán vacunados hasta el final del año contra la fiebre catarral ovina o lengua azul, según aseguró el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll. “Los que quieran exportar deben ser vacunados”, dijo Le Foll, y agregó que “la vacunación será apoyada por el Estado”. Estas medidas llegan después del descubrimiento de la reaparición del serotipo 8 en la región de Allier, según publica la página web de France 3.
Los rumiantes franceses de engorde o reproducción, se exportan principalmente a España e Italia, así como Turquía, Túnez y Argelia.
El coste de la vacunación se estima en 1 euros por dosis de vacuna y 1 euro por su administración. El estado cuenta con 1,3 millones de dosis de la vacuna, “que cubre por completo la necesidad requerida hasta el final del año para asegurar las exportaciones”, agregó Le Foll. Sin embargo, la Federación Nacional Ovina considera esta cifra insuficiente para hacer frente a un posible brote.
Los criadores también recibirán una “compensación por las pérdidas económicas” relacionadas con la posible mortalidad y con los costes de la vacunación.
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