La tuberculosis (TB) zoonótica es una forma de TB humana causada principalmente por la especie bacteriana ‘Mycobacterium bovis’, perteneciente al complejo ‘M. tuberculosis’ y que afecta de forma importante al ganado caprino.
Las implicaciones de la TB zoonótica van más allá de la salud humana. El microorganismo está adaptado al ganado como huésped, con importantes repercusiones económicas y constituye una amenaza al sustento de las comunidades afectadas.
Ha llegado el momento de realizar un esfuerzo audaz y concertado por resolver colectivamente el problema de la TB zoonótica y TB bovina en el marco multidisciplinario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2016-2030 y de la Estrategia para Poner Fin a la TB de la OMS, cuyo objetivo es acabar con la epidemia mundial de TB antes del 2030.
La carga de la enfermedad humana no se podrá reducir si no se mejora la inocuidad de los alimentos y controla la TB bovina en su reservorio animal. El enfoque ‘Una sola salud’ reconoce la interdependencia de la salud humana, la salud de animales y el medio ambiente, y aboga por la participación de todos los sectores y disciplinas pertinentes. La declaración hecha por los dirigentes del foro G20 en julio de 2017 bajo el lema ‘Forjar un mundo interconectado’ hace un llamamiento a la aplicación del enfoque de ‘Una sola salud’ para hacer frente a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos y se destaca la necesidad de fomentar la investigación y el desarrollo en el campo de la TB.
Los primeros pasos hacia la conceptualización oficial de esta hoja de ruta se iniciaron en abril de 2016 en Ginebra, en una reunión organizada conjuntamente por la OMS y La Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (La Unión) que contó con la contribución de destacadas organizaciones internacionales para la salud humana y animal, instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales.
En este sentido, los servicios veterinarios nacionales desempeñan una función primordial en la mejora de la salud y el bienestar de los animales, lo que conlleva beneficios económicos y la reducción del riesgo que representan las enfermedades zoonóticas para la salud humana. En última instancia, una población animal más sana tiene como resultado una cadena alimentaria más saludable. Como consecuencia de ello, los esfuerzos por mejorar la inocuidad de los alimentos deben ir acompañados de intervenciones dirigidas a mejorar la salud animal. Los servicios veterinarios tanto públicos como privados deben estar bien organizados y contar con las herramientas y los recursos necesarios para detectar enfermedades en animales y responder a ellas como corresponda con el fin de reducir su prevalencia.
Documento completo: http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/259231/9789243513041-spa.pdf;jsessionid=FFA8B453E0AD3D804B2A1090B3F9357F?sequence=1
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