El Consejo Rector de la Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) Ovipor-Andévalo se reunió en Huelva, donde ha determinado proponer la disolución de la organización , tras veinte años de funcionamiento y haber servido de modelo al resto de ADSG de Andalucía. La decisión, tomada unánimemente, se elevará a la Asamblea el próximo sábado, 11 de junio, donde los socios votarán el futuro de la agrupación, de la que depende el mantenimiento del buen estatus sanitario ganadero de más de 35 municipios onubenses, 1.453 explotaciones de rumiantes y porcino, así como un censo total de 172.244 cabezas de ganado, según publica Agrodiario Huelva. En caso de voto afirmativo, la ADSG dejaría de funcionar desde el próximo 1 de enero de 2017.
El buen funcionamiento de sus servicios veterinarios logró la erradicación de la brucelosis ovina y caprina en sus cientos de explotaciones integradas, hace ahora más de una década. Todo ello, a pesar de la falta de profesionalización del sector en la provincia, con más de la mitad de las explotaciones de pequeños rumiantes por debajo de los 50 animales, lo que ha supuesto un obstáculo importante.
Éxitos aparte, la decisión de echar el cierre viene motivada, según se indica en un comunicado “por el retroceso que la ADSG viene experimentado en los últimos años por causas varias”. En primer lugar, señalan, “por la falta responsabilidad de la administración andaluza al no controlar debidamente las explotaciones no asociadas, las cuales incumplen sistemáticamente los programas sanitarios obligatorios dentro de las ADSG”. En segundo, “por el exceso de exigencias burocráticas que deben afrontar técnicos y ganaderos en dichas asociaciones”.
Por último, en la nota se añade que “debido no sólo a la disminución de las ayudas sino también el incumplimiento del compromiso económico correspondiente a los ejercicios 2014 y 2015. En consecuencia, todo ello conlleva que el lema ‘Sanidad animal a coste reducido’, con el que se premiaba a los ganaderos comprometidos con la erradicación de enfermedades en sus explotaciones, deje de tener sentido”.
Entre las consecuencias que se derivarán del cese de su actividad, se puede adelantar que “se producirá un retroceso en el estatus sanitario de las cabañas ganaderas onubenses, así como un importante incremento en los costes de producción de la ganadería extensiva de la provincia, ya de por sí muy castigada con la reforma de la PAC y la escasa o nula ayuda a la dehesa”.
Oviespaña, noticias diarias sobre el mercado nacional e internacional del ovino, investigación ganadera, alimentación y sistemas de manejo.