El secretario general de la UPA-A, Miguel Cobos, ha hecho un balance del año agrario 2017, que ha estado marcado por la sequía que se prolonga por cuarto año consecutivo y por el incremento de precios como consecuencia de la falta de agua sobre todo en la ganadería.
La prolongada sequía afecta a todos los sectores, tanto agrícolas como ganaderos, y ha incidido sobre todo en los cultivos de secano y en la ganadería al mermar los pastos y los cultivos forrajeros, y ha provocado que en algunos casos los precios no cubran los costes de producción.
A pesar de los efectos perjudiciales de la sequía en algunos sectores, la renta agraria ha ascendido a 9.622 millones y ha subido el 1,8 % en 2017, según las estimaciones de la Consejería de Agricultura, que la UPA comparte mientras que discrepa del 4,9 % de aumento que ofrece el Ministerio de Agricultura.
Los cereales también se han visto afectados por las altas temperaturas y la sequía en 2017, sobre todo en los cultivos de secano, ha alertado la UPA-A.
El secretario general de la UPA-A ha reclamado al Gobierno y a la Junta un plan inversor en infraestructuras hidráulicas para potenciar la producción del regadío y para combatir los efectos de la persistente sequía.
Ha alegado que en los últimos treinta años se han hecho grandes inversiones en infraestructuras del transporte y comunicaciones y que, por tanto, ahora hay que acometer obras hidráulicas como microembalses, recrecidas de balsas y reciclaje de agua, entre otras.
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