Los resultados del estudio de la variabilidad genética de ‘Mycoplasma capricolum subsp. capricolum’ realizados por la Universidad de Murcia mostraron una gran variabilidad genética en las cepas de este microorganismo, mucho mayor que en caso de ‘M. agalactiae’. Tan sólo algunos aislamientos (procedentes del mismo rebaño) son indistinguibles con las técnicas moleculares utilizadas, y no es posible establecer una relación con un área geográfica determinada, a excepción de ciertas diferencias en las cepas aisladas en las Islas Canarias en relación con las procedentes de territorio peninsular.
Respecto a las resistencias de antibióticos, en líneas generales se obtienen valores aceptables de sensibilidad a quinolonas (enrofloxacina, marbofloxacina, danofloxacina y moxifloxacina) excepto en el caso de la norfloxacina. Las tetraciclinas (doxiciclina) obtiene los mejores valores de sensibilidad de todo el estudio. En el caso de macrólidos y lincosamidas, se observa una gran variabilidad entre antibióticos y cepas. Así, la tilosina y la tilmicosina obtienen los mejores resultados. La eritromicina sólo fue capaz de inhibir el crecimiento de un aislamiento. Los aminoglicósidos no deben utilizarse para el tratamiento de infecciones por este agente.
Los resultados evidencian que cepas genéticamente muy relacionadas no siempre presentan la misma sensibilidad a los antibióticos testados, por ejemplo, en caso de los macrólidos.
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