Las nuevas tecnologías pueden reducir casi un 35% los costes de producción en la ganadería, según la Junta

La implantación de las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas al sector agroganadero puede suponer una reducción de costes media de entre 30 y el 35 por ciento, con la implantación de técnicas de mecanización, monitorización y control a distancia de las explotaciones, según declaraciones de Milagros Marcos en la provincia de Zamora en relación con un proyecto piloto que se ha puesto en marcha para mejora de la producción en colaboración con la cooperativa Cobadu.

Por otro parte, la consejera aseguró que la bioeconomía aplicada al sector agroalimentario generará cerca de diez mil puestos de trabajo en Castilla y León en los próximos once años, hasta el 2030, con un volumen de negocio de 774 millones de euros que supondrá para la economía regional.
Esa estimación la ha ofrecido este martes a los periodistas la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, minutos antes de participar en una jornada sobre innovación en el sector agroganadero celebrada en el campus universitario Viriato de Zamora.
Milagros Marcos ha subrayado la importancia que la innovación y la gestión sostenible de los recursos y las explotaciones tendrán en el medio rural de la comunidad autónoma.
Los proyectos vinculados al aprovechamiento de los recursos endógenos, la sostenibilidad y el menor impacto ambiental generarán nuevos negocios y empleo en las zonas rurales de Castilla y León, además de reducir costes, generar más beneficios y mejorar la competitividad de las explotaciones.
De forma concreta, la consejera de Agricultura y Ganadería se ha referido a las posibilidades que la bioeconomía y la innovación tiene en el sector de ovino y en el quesero de Castilla y León y especialmente en la provincia de Zamora al ser la líder regional en ovino de leche y de carne y en producción quesera.
Al respecto, ha puesto de relieve que en una cabaña ganadera de quinientas cabezas el ahorro puede llegar a los 4.000 euros al año con la implantación de planes de bioeconomía que permitan incrementar la producción.
Del mismo modo, la innovación vinculada a la sostenibilidad puede incrementar el rendimiento quesero más de un 15 por ciento, lo que supone generar más de veinte millones de euros adicionales en Castilla y León.