Los bomberos de la ciudad de Madrid han hecho en el primer semestre del año un total de 452 intervenciones por incendios de vegetación y pastos, dos fuegos de árboles y otros 16 por incendios de vertederos o escombreras, menos que el año anterior gracias a las lluvias primaverales.
Estos incendios se dan, según explican fuentes municipales, en "zonas que no se limpian, que están descuidadas". Como detallan desde la Unidad de Comunicación de Bomberos estos fuegos también ocurren "en solares no urbanizados todavía, donde los matojos alcanzan unos 40 o 50 centímetros de altura".
El problema, subrayan desde el Consistorio, es que el fuego de este tipo de vegetación "se propaga muy rápidamente, más que en los incendios forestales habituales", lo que obliga a intervenir con celeridad ya que estos fuegos alcanzan velocidades de entre 8 y 12 kilómetros por hora, e incluso mayores con viento, lo que puede causar contratiempos en caso de que haya viviendas o vehículos cercanos a estos pastos.
Este año ha sido atípico ya que mientras que en junio de 2017 se hicieron cerca de 300 intervenciones, en esta ocasión han 99 gracias a que las lluvias primaverales han mantenido verdes los pastos hasta bien entrado el mes.
También los fuegos en escombreras o vertederos pueden complicarse debido a que se depositan residuos indebidos y en estos fuegos puede haber productos inflamables tales como aerosoles o mecheros, algo "desgraciadamente bastante habitual". Estos profesionales también se encuentran con neumáticos que deberían llevarse a puntos de reciclaje y que al arden provocan humo muy denso.
Estos fuegos se complican en caso de estar situados junto a vías de circulación, añaden desde el Consistorio.
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