Los osos del Val d´Aran (Lleida) han matado un total de 47 ovejas en ocho ataques

Un total de 47 ovejas en ocho ataques . Es el balance del número de bajas de ganado ovino que ha perecido esta primavera y verano en Val d'Aran (Lleida) bajo las garras de los osos , que ahora estarán unos meses inactivos por la hibernación, según publica La Vanguardia.

La cifra de muertes, constatada por los técnicos del Consell Generau d'Aran, es una de las más altas registradas desde la reintroducción de plantígrados en los Pirineos , en 1996. Pero el número de ataques es similar al de los últimos años. En el 2010 hubo una decena, con cuatro ovejas, tres corderos y un caballo muerto y los años 2011 y 2012 se registraron seis ataques, que causaron la muerte a media docena de cabezas de ovino.

¿Qué ha pasado este año para que el número de bajas se haya multiplicado? Iván Afonso, técnico de Medi Ambient del Conselh Generau d'Aran y experto en el seguimiento del oso, tiene una explicación. “Lo que ha ocurrido es que algunos de esos ataques se han producido en rebaños grandes y eso ha hecho aumentar el número de bajas”, afirma. Afonso se refiere, entre otros, al ataque sufrido por un rebaño en la Solana de Salardú, que se saldó con diez ovejas muertas. “La mayoría no murió por el ataque directo del oso, pero sí como consecuencia de la presencia de ese animal”, añade. Y es que cuando un oso ataca a un rebaño, las ovejas suelen salir en desbandada, lo que provoca despeñamientos o muertes por asfixia.

En todos estos casos la administración suele actuar de forma rápida para indemnizar a los dueños de las ovejas, una vez se constata que las bajas han sido causadas por el ataque de un oso . El riesgo de que se produzcan más bajas se redujo a finales de otoño, cuando los rebaños empezaron a abandonar las zonas de pasto de alta montaña para regresar a los corrales, donde pasarán el invierno.

Los pastores que llevan sus rebaños a áreas de alta montaña toman, desde hace ya unos años, muchas prevenciones para evitar los ataques de osos. Una de las medidas que según Iván Afonso está dando buenos resultados es la reaparición de perros de la raza mastín del Pirineo para la protección de las ovejas.