La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Queso Castellano tiene lista su presencia entre las figuras de calidad del queso en España. La Federación Castellano-Leonesa de Industrias Lácteas, promotores de esta iniciativa que pretende valorizar los quesos puros de oveja madurados que sean producidos en la comunidad autónoma de Castilla y León, espera que la confirmación definitiva de la Unión Europea llegue de una forma “inminente” y pueda comenzar a funcionar esta nueva figura de calidad.
“Si no ha llegado la confirmación en lo que llevamos de octubre, no descartamos que pueda ser ya en este mismo mes o a principios de noviembre”, declara Fernando Kaiser, presidente de la citada federación regional.
Está previsto que la nueva IGP en el panorama nacional de los quesos admita toda la leche de oveja producida en Castilla y León, aunque la alimentación proporcionada al ganado deberá proceder de esta comunidad autónoma en al menos el 50% del total de la alimentación animal.
Según el pliego de condiciones, Queso Castellano es un queso graso o extra-graso de coagulación enzimática y de prensado intenso con una larga vida útil. Elaborado con leche cruda o pasteurizada de oveja procedente de explotaciones ubicadas en Castilla y León y con una maduración mínima de 30 días para quesos con peso igual o inferior a 1,5 kilogramos y de 60 días para el resto de formatos.
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