En un intenso trabajo de campo llevado adelante en las zonas argentinas de Río Chico Abajo, Anecón Grande y Mamuel Choique culminó la evaluación de la eficacia de la vacuna EG95 contra la hidatidosis elaborada mediante ingeniería genética en la Universidad australiana de Melbourne, según publica Río Negro.
Es el único lugar en el mundo donde la vacuna esta siendo experimentada en un programa de control. Es una vacuna inédita, elaborada mediante ingeniería genética, que ya está adaptada para su elaboración en Argentina.
El proyecto, iniciado en el año 2009, incluyó la aplicación anual de tres dosis de esta vacuna a los corderos nacidos cada año en esas zonas rurales de alta endemicidad para hidatidosis. Se aplicaron más de 17.000 dosis en un área que fue fuertemente afectada por las cenizas del volcán Puyehue, que puso en riesgo toda la experiencia. La premisa fue incorporar una nueva estrategia de ataque, basada en evitar la infección en el ovino, y como consecuencia en el perro, lo que podría permitir mayores éxitos en la disminución de la prevalencia y en la eliminación del parásito del ambiente.
El operativo efectuado incluyo la necropsia de grupos de ovinos que recibieron la vacuna en el año 2009. En ninguno de los animales necropsiados se identificó la presencia de quistes hidatídicos, por lo cual la efectividad de la vacuna sería absoluta para cortar el ciclo de la enfermedad.
Estudios finales se efectuarán en dos años cuando la totalidad de las majadas de esas áreas de trabajo hayan sido reemplazadas por animales vacunados, lo que supondría el cese total de la transmisión.
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