Cuando en un silo aparecen microorganismos no deseados (listeria, clostridios, hongos...) perdemos calidad del forraje, perdida de materia seca, micotoxinas, aparición de enfermedades en los animales, listeria en leche, etc. La manera de controlar estos problemas es evitar la contaminación del silo con tierra o abono, eliminar el oxígeno en el interior del silo y utilizando productos como los inoculantes dirigidos a realizar las fermentaciones deseadas lo más rápido posible.
Estas recomendaciones son realizadas por los servicios técnicos de la cooperativa Agropal, que publican un completo artículo en su página web.
Para evitar problemas en el silo es especialmente importante la altura del corte, la compactación del silo y el presecado. Si un forraje se corta muy cerca del suelo tenemos el riesgo de incluir en el silo tierra, con el consecuente grave problema de listeria, esporas de clostridios, hongos y levaduras, que se multiplican más fácilmente en la zona baja del forraje donde existe más humedad y calor. Por lo que si se corta el forraje muy bajo conseguimos más cantidad, pero será de peor calidad y tendrá más posibilidades de incluir en nuestro silo agentes patógenos.
Otro de los factores que podemos manejar para disminuir los problemas es en la compactación del ensilado. Debemos eliminar el aire lo máximo posible, en el caso de silo en trinchera haciendo capas muy finas para que la presión del tractor sea lo más eficaz posible, y en el caso de las bolas de silo dando una presión adecuada al plástico.
El presecado es esencial para mantener los nutrientes del forraje y la materia seca del silo. Debemos conseguir la suficiente materia seca para que las bacterias acido lácticas puedan actuar. Pero no debemos secar demasiado el forraje ya que perdemos nutrientes por la pérdida de hojas y si está demasiado seco tampoco conseguiremos una buena compactación.
Finalmente, el uso de inoculantes y aditivos para dirigir la fermentación y bajar el pH lo antes posible controla la calidad sanitaria del silo, ya que las bacterias beneficiosas que inoculamos compiten con los microorganismos perjudiciales. Además, evitan el calentamiento cuando el silo se abre para su consumo. Los aditivos químicos que se utilizan en silos, como el ácido fórmico, sirven para reducir el pH del silo rápidamente para su conservación y además tiene una acción directa en la eliminación de bacterias patógenas como los Clostridium, E.Coli o la Listeria.
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