La lengua azul es una enfermedad vírica no contagiosa que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes (principalmente ovinos, pero también bovinos, caprinos, bufálidos, antílopes, cérvidos, wapitíes y camélidos), y es transmitida por los insectos, en particular, por la picadura de ciertas especies de mosquitos del grupo ‘Culicoides’. El virus causante de la lengua azul es identificado como miembro de la familia ‘Reoviridae’. Se han identificado 24 serotipos distintos, y la capacidad de cada cepa para provocar la enfermedad varía considerablemente.
La lengua azul tiene una distribución global importante en regiones donde el insecto vector está presente, incluida África, Asia, Australia, Europa, Norteamérica y varias islas de los trópicos y subtrópicos, según informa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en un informe reciente sobre su distribución a nivel mundial
El virus se mantiene en áreas donde el clima favorece la supervivencia de los mosquitos al invierno. En general, los ovinos de las áreas donde la enfermedad es endémica tienen una resistencia natural a la lengua azul. Los focos aparecen cuando se introducen ovinos susceptibles, en particular, las razas europeas, en las áreas endémicas, o cuando el virus es introducido en una región en particular por el desplazamiento en el aire de ‘Culicoides’ infectados.
El episodio de la enfermedad generalmente coincide con un incremento de la actividad del vector durante los periodos de temperatura alta y lluvias, y una remisión con la primera helada o condiciones de frío intenso.
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