Las autoridades rusas notificaron el pasado 18 de octubre un foco de viruela ovina y caprina que había ocurrido en su territorio en el mes de septiembre, según informa la página web de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Este foco afectó a una explotación situada al sureste del país, únicamente a 3 kilómetros de la frontera con China.
Este episodio, que se da por resuelto por las autoridades veterinarias, afectó a una explotación de 269 ovejas, de las que un total de 55 presentaron la enfermedad, lo que llevó a su sacrificio. Así, la tasa de morbilidad aparente se sitúa en el 20,45%.
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