Tolbaños (Burgos) ha recordado su pasado trashumante en su despedida de pastores

Tolbaños de Arriba (Burgos) ha celebrado este sábado la Despedida de los Pastores, una fiesta con la que se recrea la partida de los ovejeros trashumantes de la Sierra de la Demanda a tierras de Extremadura, con la que se busca recordar una tradición que marcó la vida del municipio durante generaciones.
Tolbaños de Arriba es un pueblo de pastores trashumantes, como muchos otros de la sierra burgalesa de La Demanda, ha explicado a Diego Serrano, miembro de la organización del evento.
Con vistas al inviernos, los pastores abandonaban los montes del Valle de Valdelaguna en busca de mejores condiciones meteorológicas, en Extremadura.
Las construcciones, el modo de vida, las tradiciones e, incluso, el paisaje de La Demanda está marcado por ese pasado trashumante, que no se debe de olvidar, ha insistido.
Por ese motivo, las asociaciones La Piña y El Salterio y la Junta Vecinal de Tolbaños de Arriba han recreado una despedida de los pastores, una jornada festiva y de homenaje que ha tenido lugar el pasado sábado.
Se trata de reconocer la dura vida del pastor trashumante, que se pasaba medio año viviendo en Burgos y el otro medio en Extremadura, lejos de su familia, ha insistido Serrano.
Pero también se pretende reconocer a las mujeres del pueblo, pues ellas eran las que tiraban de las familias en el día a día, también del propio municipio, ante la ausencia de los hombres.
La Despedida de los Pastores ha arrancado a primera hora del sábado con un contundente desayuno de migas pastoriles, con hogazas picadas y puestas a remojo en el día anterior.
Se elaboran al modo tradicional, como lo hacían los pastores en sus viajes, a fuego de roble lento y volteado con paciencia.
A continuación, la fiesta se ha trasladado a la Ermita del Salterio, en la que se canta la Salve que cantaban las mujeres antes en la partida de los pastores, pidiendo a la patrona del municipio que sus maridos cumpliesen sanos y salvos con la tarea encomendada.
De la ermita la comitiva ha pasado a recoger el ganado de las eras y, posteriormente, se ha iniciado un paseo por el centro del pueblo, trufado de "bellas estampas tradicionales".
Se han recrearado talleres de hilado, lavado o teñido de lana, además de estampas familiares, y el pueblo entero se ha vestido de época para la recreación.
Las mujeres han llevado su traje de serranas y sus mejores abalorios y los hombres han vestido zahones, albarcas y pellizas, sin olvidar las zamarras, ha apuntado Diego Serrano.
La entrada al pueblo se ha hecho previo pago de los maravedíes al alcalde y la salida se ha realizado por el Campo de Revilla, donde los pastores fueron despedidos al son de la canción típica 'Ya se van los pastores a la Extremadura'.
En el Campo de Revilla se ha construido un chozo de pastor y un corral tradicional, en el que han permanecido las ovejas una vez se dé por concluida la representación de su partida.
La fiesta se ha completado con una exposición de paneles en la que se explica la trashumancia, cómo era la vida en Tolbaños, los trajes típicos o las tradiciones del municipio.