Una quesería abulense se lanza a comercializar leche de cabra fresca pasteurizada

Una quesería de un pueblo de Ávila se ha lanzado a la aventura de comercializar leche de cabra fresca pasteurizada, un alimento que se está empezando a abrir hueco en el mercado lácteo y al que han aportado la característica de darle un toque de sabor a cereal malteado. La firma Quesos Elvira García, una empresa familiar de El Barraco (Ávila), acaba de poner a la venta leche pasteurizada fresca procedente de una ganadería propia que cuenta con unas setecientas cabras de la raza malagueña, de una notable aptitud lechera y que se ha adaptado perfectamente al clima de esta zona situada junto al Valle de Iruelas, en la estribación oriental de la Sierra de Gredos, según publica La Vanguardia.

La apuesta, según explica el maestro quesero Francisco Alía, uno de los propietarios de esta empresa que se puso en marcha en 2013 pero con una tradición ganadera y de elaboración extensa detrás, se debe a las propiedades de esta leche que, sin embargo, no es la más habitual entre los consumidores.

Sin embargo, según Francisco Alía, la leche de cabra es “muy suave y de agradable paladar”, además de que en ella se aprecian los sabores del cereal y de los forrajes que comen las cabras a diario. Este alimento tiene “multitud de propiedades nutricionales”, que pueden ser muy beneficiosas para ayudar a mejorar el estado de salud y también se ha probado que la leche de cabra posee “muchas vitaminas”, que “la equiparan a la leche materna”, además de registrar unos niveles “muy bajos” de lactosa y caseína, en comparación con la leche de vaca, lo que la hace “más digestiva”.

Tras poner en el mercado productos como yogur pasteurizado y quesos de cabra de varias coagulaciones lácticas, aromáticos, con corteza enmohecida y lavada, han apostado por la leche de cabra, que llevan muy pocos días envasando, pero que ya se está haciendo un hueco en tiendas especializadas de productos lácteos de toda España, con Madrid, Castilla y León y Galicia como principales destinos. La característica de esta leche, ha indicado, es que se trata de un producto pasteurizado a la media hora de su ordeño, “una de las ventajas” de las queserías artesanas de campo y que también permite que el traslado sea directo desde el depósito de la ordeñadora a la quesería. Con un periodo de caducidad de veintiún días, sin ningún tipo de conservante ni aditivo alguno, la leche de cabra fresca busca, así, su hueco en las neveras de los consumidores.