Intensa negociación en el caprino lechero para fijar los precios del último trimestre del año

Las negociaciones entre productores e industrias lácteas para fijar los precios de la leche de cabra para el último trimestre del año, es decir para la leche entregada durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, se encuentra en su momento más álgido.

Según confirman varios representantes de los productores, las industrias han manifestado su intención de mantener los precios actuales para este último trimestre del año, que se pueden fijar en una horquilla situada entre 0,0601 euros (10 pesetas) y 0,0631 euros (10,50 pesetas) por grado de extracto quesero, es decir, la suma de los porcentajes de grasa y proteína.

“Desde mi punto de vista, ha habido un acuerdo de precios entre las industrias para mantener los precios, algo que es totalmente ilegal. Se está causando un prejuicio tremendo al sector, porque hay demanda de leche. Por otra parte, el sector está desprotegido por determinadas prácticas que sufrimos, ya que incluso hay empresas que nos imponen el extracto quesero porque no quieren hacer caso de las analíticas que hacemos nosotros en laboratorios oficiales”, señala José Manuel Sanz Timón, presidente de la cooperativa Uniproca.

Por su parte, Miguel Ángel López Mulero, responsable de lácteos de la cooperativa murciana Alimer, resalta que las negociaciones por el precio de la leche de cabra para los próximos tres meses se encuentran en su momento clave: “La postura general de las industrias es mantener el precio, pero no hay nada cerrado. Los grandes grupos son más reacios a subir el precio de la leche, pero en nuestra potestad está cerrar acuerdos con ellos o con otras industrias queseras que pueden ser más proclives a subir el precio. Ahora mismo hay escasez de leche, algo de lo que somos conscientes todas las cooperativas, por lo que podría haber movimientos en el precio”.

En esta difícil coyuntura con muchos aspectos que deben analizarse en profundidad, Sanz Timón recuerda la problemática de los quesos de mezcla y la necesidad de averiguar su verdadera composición: “Aunque la propia interprofesional aprobó por unanimidad que había que analizar los quesos de mezcla, desde los industriales nos dicen que no hay laboratorios en España que analicen estas cuestiones. No puedo creer que en este país estemos tan retrasados en estos aspectos... Tampoco es comprensible que se le trasladara el problema al Ministerio de Agricultura en julio de 2015 y no se haya hecho nada, al igual que las comunidades autónomas. Se trataría de un fraude muy serio para los consumidores”.