Los ganaderos de ovino de Castilla y León están dejando menos reposición que otros años en el segundo trimestre del año. Así se desprende del análisis de los datos de la Encuesta de Sacrificio de Ganado, elaborada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), cuya última actualización corresponde al mes de junio. Durante el segundo trimestre del año, en el que muchos ganaderos deciden dejar reposición para sus ganaderías, el sacrificio en el total de Castilla y León fue de 906.181 animales ovinos, una cantidad un 10,6% superior a los 819.285 ejemplares del mismo periodo del año anterior. Con la salvedad de que se trata de todo el ganado ovino de la comunidad autónoma, sin tener en cuenta la aptitud productiva, este dato puede tomarse como termómetro de lo que ocurre en el ovino lechero, debido a su amplia implantación en Castilla y León.
Además, ese incremento del 10,6% respecto al año anterior toma su verdadera dimensión si se compara con lo que ocurrió en el primer trimestre del año. De enero a marzo se sacrificaron en Castilla y León un total de 833.852 animales ovinos, sólo un 2,4% más que los 813.983 ejemplares del mismo periodo de 2015.
Esta realidad ofrecida por los datos se corresponde con la sensación que perciben los técnicos a pie de campo, según señala Fernando Almanza, director comercial de la Agrupación de Productores Lácteos de los Valles Verdes (Aprolaw). “En épocas malas, los ganaderos deciden eliminar animales con problemas reproductivos o pequeños problemas sanitarios, que se podrían aguantar en buena situación de precios, pero se deciden desviejar cuando la cotización de la leche es baja. Además, no se está dejando la reposición con la misma alegría que otros años”, afirma.
Oviespaña, noticias diarias sobre el mercado nacional e internacional del ovino, investigación ganadera, alimentación y sistemas de manejo.