Los cortes de la segunda tanda de corderos egresados del compartimento ovino de alta bioseguridad —experiencia conjunta entre el Ministerio de Ganadería, el Instituto Nacional de Carnes y el Secretariado Uruguayo de la Lana— tienen por destino el circuito de restaurantes brasileños de elite que demandan un tipo de materia prima de óptima calidad, según publica el diario uruguayo El País.
El lote estuvo compuesto por 650 corderos de óptima calidad, pero pese a que provienen del compartimento, donde se desarrollan certificaciones especiales y la carne se produce con mayores costos, la materia prima no recibirá sobreprecio.
Aún con la devaluación del real, Brasil sigue demandando carne ovina y el problema que tienen las industrias locales “es la poca oferta”, según confirmó Gasón Scayola, vicepresidente de Frigorífico San Jacinto (Nirea S.A.). “Hemos tenido que derivar prácticamente toda la faena a los restaurantes de Brasil”, afirmó Scayola.
Hasta el pasado 22 de agosto los importadores brasileños se llevaron 3.812 toneladas peso canal frente a 5.416 toneladas peso canal que compraron a igual fecha de 2014.
Si bien el compartimento ovino de alta bioseguridad, una herramienta avalada en el código sanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) está diseñado para exportar cortes con hueso a Estados Unidos, Canadá, México y la Unión Europea (países que actualmente impiden el ingreso de cortes con hueso poniendo por delante argumentos sanitarios), hoy es Brasil el principal mercado para la carne ovina con hueso. “El mercado mundial de carne ovina está muy tranquilo. Hay que tener en cuenta que estamos viviendo una coyuntura complicada con toda la inestabilidad de las monedas en el mundo y eso repercute fuerte”, aseguró Scayola. Las monedas de los principales compradores de la carne ovina uruguaya están devaluadas (Unión Europea, China y Brasil).
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