Europa garantiza las ayudas para la conservación de la oveja de raza Montesina

La Feria Ganadera de Calasparra (Murcia), celebrada durante esta semana, ha realizado un llamamiento para mantener las especies autóctonas de la región, la mayoría en grave peligro de extinción. Esta edición, la sexta, ha cobrado especial protagonismo la oveja Montesina. Desde muy antiguo, esta raza ovina ha habitado en la sierra del Noroeste. Sin embargo, debido a la explotación de otras especies ovinas más productivas y la realización de cruces para la obtención de un mayor rendimiento cárnico de las cabañas, ésta ha ido reduciendo progresivamente su número de ejemplares hasta tal punto de ser catalogada de especial protección por el Ministerio de Agricultura. Hoy día se calcula que apenas quedan unas 6.000 cabezas en la comunidad autónoma, según publica La Opinión de Murcia.

En 2004, un grupo de criadores de la oveja de monte decidieron unir esfuerzos para conseguir que esta raza no desapareciera de los paisajes de Calasparra, Caravaca y Moratalla. Constituyeron una asociación con la que a lo largo de estos años han desarrollado diversas acciones para garantizar su recuperación y conservación. Para ello, han contado con la ayuda de los técnicos del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), quienes están trabajando en varios programas de mejora genética.

La labor realizada por la Asociación Regional de Criadores de Oveja Montesina (ARCOM) se ha puesto en valor durante la Feria Ganadera de Calasparra, que por vez primera ha celebrado una jornada técnica dedicada a esta raza, que se celebró en la Casa de la Cultura del municipio.
Una de las ponencias, sobre valoración morfológica, estuvo protagonizada por la veterinaria de la asociación, María Dolores Barceló. Durante su intervención, la especialista destacó la importancia de esta especie para la supervivencia del tejido económico de zonas rurales así como su contribución al medio ambiente. Destacó la gran fortaleza de este animal “que le permite vivir y alimentarse del pasto en zonas de extraordinaria dureza, con condiciones climáticas adversas, donde otras razas ovinas difícilmente pueden sobrevivir”. Y es que “así lo demuestra la delgadez de sus huesos corporales”, apunta.

En las jornadas, celebradas el jueves pasado, también intervino Ángel Poto, coordinador del equipo de Mejora Genética de la Oveja Montesina del IMIDA, que dio a conocer una de las investigaciones realizadas, consistente en un estudio comparativo en el que se criaron hasta su sacrificio, en igual de condiciones, una treintena de ejemplares de oveja de raza Segureña y otros tantos de Montesina. Los resultados revelaron que la segunda tiene un mejor contenido en músculo, ya que su masa ósea es menor. Esto supone un beneficio para el consumidor, ya que obtiene más contenido de carne que de hueso por kilo.

Por su parte, Begoña Peinado Ramón, también investigadora del IMIDA, disertó sobre la calidad de la carne de ovino. En este sentido, la carne de oveja montesina es de una calidad extraordinaria, fruto de su alimentación, en los pastos de los montes mediterráneos. Los corderos de esta raza tienen un buen crecimiento. Se sacrifican a los tres meses de edad, tiempo en el que alcanzan un peso medio de 25 kilos.

Durante el encuentro también se abordó el tema de las futuras ayudas a las razas autóctonas en extinción. Para ello se contó con la presencia de Carmen García Frago, jefa del Servicio de Producción animal de la consejería de Agricultura y Agua, y de la directora general de Ganadería y Pesca, Carmen Teodora Morales, quien inauguró la jornada y subrayó la necesidad de potenciar las políticas adecuadas. En este sentido, Morales aseguró que la oveja Montesina, al igual que otras razas autóctonas murcianas, será objeto “de atención especial” en los programas europeos de desarrollo rural para el periodo 2014-2015.