En solo dos años, la crisis ha pulverizado al Grupo Cárnico Magnus, uno de los más grandes de la provincia de Zamora en 2012, entonces con un volumen de negocio de 38,88 millones de euros. La administración concursal, que asumió las riendas de la empresa en julio pasado, ha anunciado el cese de actividad a los 47 trabajadores que mantenía en plantilla, tras el ERE extintivo presentado en abril pasado -que afectó a 28 empleados- e iniciar la fase de liquidación un mes después sin conseguir un comprador, según publica La Opinión de Zamora.
Aunque ha habido ofertas de empresas interesadas en adquirir Magnus mientras se continuaba produciendo, “las negociaciones, intensas, no han llegado finalmente a cuajar”, indican fuentes próximas a la sociedad. Precisamente, uno de los objetivos de la administración concursal era mantener la actividad económica del Grupo con vistas a conseguir la venta de la unidad productiva entera, circunstancia en la que la adquisición resulta más atractiva para empresarios del mismo sector que puedan estar interesadas en ampliar su negocio.
Sin embargo, la imposibilidad de lograr financiación para continuar ha cerrado esa posibilidad, de modo que ayer se dejó de matar por primera vez desde que se inaugurara esta industria.
Con una deuda que asciende a varias decenas de millones de euros (se calcula que unos 34 millones, de los que solo 11,2 millones se corresponden con entidades financieras y 11,6 millones es a corto plazo), la sociedad de transformación del sector ovino desaparece tras 14 años de actividad.
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