La raza caprina Palmera lleva trabajando en la inseminación artificial desde el año 2015, cuando se obtuvieron los primeros resultados de valoraciones genéticas y se pudieron seleccionar los primeros sementales jóvenes y utilizarlos para la inseminación artificial en las granjas del núcleo de selección de la raza.
Esta herramienta demuestra su utilidad en la raza Palmera, según recoge Canal Agrario La Palma, para la conexión de los rebaños del núcleo, ya que de esta forma se pueden corregir los efectos ambientales y estimar de forma fiable los valores genéticos de los reproductores mediante un proceso interrebaño. También permite un testaje de los sementales jóvenes mediante pruebas por descendencia. En cualquier esquema de selección, la difusión de la mejora se planifica principalmente a través de un plantel de sementales mejorantes, que deben pasar primero por un periodo de prueba por descendencia.
De esta forma, en la inseminación con la raza Palmera, se han obteniendo unos porcentajes de fertilidad del 76% en el año 2015, un 63,4 % en el año 2016, y un 75,26 % en el año 2017, siendo el 31,4% de los animales inseminados este último año chivas primerizas. “Estos resultados son de los mejores obtenidos en los distintos núcleos de selección de las razas de cabras españolas, lo cual está sirviendo para que los ganaderos crean en esta herramienta como pieza clave para mejorar la genética de sus cabras”, según señala César Bravo Muñoz, técnico de la Asociación de Criadores de la Raza Caprina Palmera.
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