El consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo de Tenerife, José Joaquín Bethencourt, aseguró que el desalojo de las cabras que quedan en el barranco de Tafuriaste, en La Orotava, concluirá en un plazo de “entre una y dos semanas”, según publica El Día.
Bethencourt señaló que el Cabildo insular y el Gobierno de Canarias acordaron recientemente sacrificar las cabras afectadas por la fiebre Q, y parte de las que pertenecían al malogrado cabrero Antonio Dóniz Melchor, “por petición de su familia, que no podía continuar con la actividad”. En total, se sacrificaron unas 150 de las 300 cabras. Una drástica decisión que había sido descartada hace apenas un mes.
Los animales que aún permanecen en el barranco orotavense están pendientes de un traslado “con todas las garantías sanitarias a otras explotaciones”, según informa Bethencourt. El consejero espera que en la primera mitad de diciembre se retiren todos los animales del barranco de Tafuriaste “para poder continuar con los trabajos de desmantelamiento de los corrales, que ya han comenzado en la parte que utilizaba el cabrero tristemente fallecido”.