Los expertos del sector cárnico tratan de desmitificar que determinadas carnes como la de cordero contienen grasas perjudiciales para la salud, según publica la agencia de noticias Dicyt. Así lo han puesto de manifiesto en la jornada técnica organizada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el marco del Salón de la Alimentación de Valladolid.
Durante la mesa redonda titulada ‘La repercusión en la carne de la alimentación del ganado y su efecto en la dieta humana’, expertos como Ángel Ruiz Mantecón, investigador del Instituto de Ganadería de Montaña (IGM) de León, han asegurado que “la carne, la leche de ovino o los productos que obtenemos de los animales en la explotación ganadera no son perjudiciales para la salud y además pueden ser mejorados si se realiza un manejo y una alimentación adecuada”.
Según ha explicado Ruiz Mantecón, las grasas animales “no siempre son malas”, sino que hay grasas beneficiosas para la salud. En este sentido, ha señalado además que el perfil de ácidos grasos en estas carnes “se pueden mejorar a través de la alimentación de los animales”. Así pues, “comer carne de cordero es tan saludable como comer otras carnes”, asegura el experto, quien considera que el mito extendido sobre estas carnes puede encontrarse “en que quizá en otras épocas animales excesivamente engrasados daban lugar a un exceso de grasa en la carne”.
Con el objetivo de contribuir a la producción de carnes más saludables, el IGM estudia las diferencias que existen cuando los animales se encuentran en pastoreo a cuando están sometidos a cebo extensivo. En esta línea, el investigador apunta que el cebo extensivo es económicamente más rentable y los animales crecen más, aunque su grasa “es menos saludable que cuando están en pastoreo”.