Cuando una explotación se encuentra libre de la brucelosis ovina y caprina, no ha llegado el momento de dejar los controles, sino que se debe continuar. Así lo considera el INTA de Argentina, que ha establecido una serie de medidas para evitar que esta enfermedad pueda volver a sus explotaciones.
La presencia de abortos en el último tercio de la gestación, cabritos que mueren en los días subsiguientes al parto sin una causa evidente, la presencia de inflamación testicular y de las perillas en castrones, son motivo de alarma y de sospecha de que la enfermedad puede haber ingresado a la explotación, más si esto ocurre tras la entrada de animales de zonas con problemas, explica la institución científica argentina
En esos casos, se debe realizar una tarea de diagnóstico para determinar si se trata de brucelosis o de otras enfermedades que también pueden causar aborto en los ovinos y caprinos como la toxoplasmosis, salmonelosis, campylobacteriosis...
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