Un estudio, cuya investigadora principal es María Dolores Garrido, del departamento de Tecnología de Alimentos de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Murcia, y publicado en ‘Food Chemistry’, revela que la carne de los corderos cuyas madres han masticado hojas de tomillo es menos rancia, según publica La Verdad.
El objetivo era determinar si la inclusión de hojas de tomillo en la dieta de ovejas preñadas afecta a la calidad sensorial y a la estabilidad oxidativa de la carne de cordero cocinada.