El consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Antonio Silván, ha desvelado que el ganado sufrió en torno a 611 ataques de lobo y perros asilvestrados en 2011 en la Comunidad, donde las cabezas de ovino y vacuno se calculan en 4.300.000.
El consejero ha ofrecido estos datos, aún provisionales, al ser preguntado por las reclamaciones de los dueños de los animales que padecen los ataques y ha alertado de que la contratación de un seguro es una opción válida para reducir las consecuencias de esos ataques.
“El lobo no es de la Junta de Castilla y León, es de todos”, ha recordado el consejero, quien ha precisado que la responsabilidad del Ejecutivo autonómico se centra en compatibilizar la actividad ganadera con la pervivencia del lobo.
La realidad del día a día supone que, cuando alguien quiere reclamar un daño, tiene que tenerlo previamente asegurado, y esa es la tendencia tanto en Castilla y León como en el ámbito nacional y europeo, ha precisado.