La Unión Europea ha legislado sobre bienestar animal en todas las especies ganaderas, fruto de la demanda y concienciación de nuestra sociedad en este sentido. A consecuencia de ello, los sectores de producción animal y de la transformación han realizado un notable esfuerzo adaptando sus instalaciones a dichos requerimientos.
Así también, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), adscrito al Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña, creó un subprograma de Bienestar Animal específicamente dedicado a la investigación en todas las especies de producción. Sus investigadores han participado en numerosos proyectos europeos, siendo referentes y consultados por la UE en materia de bienestar animal.
Sin embargo, una legislación de tan amplio abasto como la europea puede dejar de lado algunas diferencias o particularidades que las producciones animales tienen en algunos países.
Este ha sido el caso de la legislación europea sobre bienestar animal aplicada al ovino, que establece el aturdimiento eléctrico previo al sacrificio de corderos y cabritos a una intensidad de corriente de 1 amperio, y que entrará plenamente en vigor a partir del 1 de enero de 2013.
El IRTA entiende que en España se producen animales con pesos muy inferiores a los del resto de países miembros la UE, por lo que esta intensidad podría ser la causa de las lesiones en canales y pieles que se vienen observando.
A raíz de esta problemática que se ha presentado en España, el IRTA ha puesto a disposición del sector ovino y caprino a sus investigadores en bienestar animal materializándose hasta la fecha dos encargos.
Por un lado, Interovic (Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino), ha encargado un amplio estudio científico al IRTA para conocer la efectividad de un aturdimiento a diferentes intensidades menores a 1 amperio y diferentes pesos de sacrificio. Si las conclusiones del estudio muestran que son posibles intensidades inferiores sin afectar el grado de insensibilidad de los animales y minimizándose tanto las lesiones en la canal como en la piel, se pretende elevar dichas conclusiones a la UE con objeto de que la UE se plantee modificar la legislación vigente (Reglamento (CE) Nº 1099/2009) y que ésta pueda adaptarse a la realidad española.
Por otro lado, un gran matadero de corderos y de cabritos también ha encargado al IRTA la realización de diversos ensayos para poder conocer el efecto que podría tener dicho aturdimiento con intensidades menores y en sus propias instalaciones.