Desayunar leche fresca recién ordeñada también es posible en grandes ciudades como Madrid, donde la ‘leche de siempre’ va ganando adeptos y empieza a abrirse un hueco en un mercado dominado por el ‘brik’. Ha ayudado a ponerla al alcance del consumidor la empresa Mivaca, que nació en 2009 con el propósito de llevar la leche directamente de la vaca a los hogares sin intermediarios a través de unas máquinas expendedoras instaladas en mercados, supermercados y gasolineras de la Comunidad de Madrid.
El proceso empieza en el municipio de Guadalix de la Sierra, donde se ordeñan dos veces al día 140 vacas, que dan 5.500 litros de leche, que se pasteuriza -hirviéndola 72 grados durante 15 segundos- antes de meterla en unos tanques de 300 litros de capacidad con los que a diario se recargan las máquinas.
Los consumidores acuden a los puntos de venta donde por un euro obtienen un litro de leche que se llevan en botellas que o compran en la misma máquina o traen de casa.
García ha explicado que la iniciativa de ofrecer directamente su producción al consumidor también surgió como una estrategia para dejar de estar a merced de las centrales lecheras, que pagan muy poco a los ganaderos por la leche. “No podemos rechazar los precios que fijan las centrales aunque con ellos apenas lleguemos a cubrir los gastos, porque la leche no se puede guardar y, de no entregarla, habría que tirarla”, ha concluido.