Las ovejas se asignaron aleatoriamente a dos grupos: vacuna y control. El grupo de la vacuna se vacunó 23 veces en el transcurso de este ensayo de dos años a intervalos de 3 a 6 semanas. Respondieron con anticuerpos específicos contra la vacuna, tenían recuentos de huevos de ‘Haemonchus’ un 80% más bajos y eran menos anémicos en comparación con los controles. Los volúmenes de células empaquetadas (PCV) fueron siempre superiores al 25% en las ovejas vacunadas, pero promediaron entre el 23% y el 24% en los controles. Los valores de proteína plasmática total fueron más altos en el grupo vacunado desde la tercera vacunación hasta el final del ensayo.
Por lo tanto, una utilización persistente de la vacuna puede proporcionar a los corderos una protección sustancial contra ‘H. contortus’ durante todo el año hasta que alcancen la edad adulta. El artículo se publica en la revista Veterinary Parasitology, con la firma de los siguientes autores: Cesar C. Bassetto, Fabiana A. Almeida, George F.J. Newlands, W. David Smith y Alessandro F.T. Amarante.
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