“El reto de la nutrición es lograr el equilibrio entre eficiencia económica y salud animal”

Los FitoComplejos avanzados representan una evolución en el uso de compuestos bioactivos de origen vegetal en nutrición animal, por lo que pueden considerarse una evolución de los aceites esenciales. En la edición de este año del FORO OVINO, Nanta presentará algunos aspectos clave para la alimentación del futuro en los pequeños rumiantes.

En este momento, uno de los mayores desafíos es lograr una nutrición más eficiente (mejorar tasas de crecimiento, fertilidad y producciones) y sostenible (producir más o menos recursos). Otro de los puntos clave es asegurar las materias primas que utilizamos, tanto en su valoración nutricional como de seguridad alimentaria. Lograr ese equilibrio entre eficiencia económica y salud animal requiere un enfoque técnico muy preciso y bien gestionado. Por ello, los aspectos prioritarios que tenemos en Nanta son la precisión nutricional con programas de formulación dinámica (Bestmix), el uso de aditivos naturales funcionales y la incorporación de tecnología y programas para la monitorización y simulación que nos ayuden a la toma de decisiones en tiempo real, como el programa Gesticor Model.

Los aceites esenciales son compuestos volátiles y aromáticos extraídos de plantas. Son una herramienta muy interesante por su actividad antimicrobiana y moduladora del ambiente ruminal. Actúan sobre las membranas celulares de los microorganismos del rumen, modificando su crecimiento y actividad metabólica, lo que puede favorecer la producción de propionato —más eficiente energéticamente— e incluso reducir la metanogénesis, con beneficios tanto para el animal como para el medio ambiente. También modulan la degradación de proteínas, optimizando el aprovechamiento del nitrógeno. Su eficacia depende principalmente de la dosis, el tipo de dieta y el pH ruminal, ya que estos factores condicionan la actividad de los aceites esenciales. Además, el uso prolongado puede generar cierta adaptación microbiana, por lo que es clave aplicarlos de forma estratégica. En ovino los incorporamos en nuestros piensos, por ejemplo, para mejorar el control de los coccidios en corderos, reduciendo así la necesidad de antibióticos y mejorando la conversión alimenticia.

Los FitoComplejos son metabolitos secundarios que ayudan a la planta a sobrevivir en su entorno, con un amplio espectro funcional y que refuerzan el efecto de los principios activos primarios. Estos FitoComplejos avanzados representan una evolución en el uso de compuestos bioactivos de origen vegetal en nutrición animal. Un paso más allá de los aceites esenciales, por así decirlo. Se trata de combinaciones complejas y sinérgicas que contienen metabolitos secundarios presentes de forma natural en las plantas —como aceites esenciales, polifenoles, flavonoides o terpenos— con tecnologías de formulación de alta precisión, como la microencapsulación con la que se consigue una liberación más eficiente y una mayor estabilidad. En su estado natural, estos metabolitos ayudan a las plantas a adaptarse a su entorno, actuando como defensa frente a patógenos, estrés abiótico o competencia con otras especies. Cuando se aplican en nutrición animal, estos compuestos no actúan de manera aislada, sino en sinergia, imitando el modo de funcionamiento de la propia naturaleza. Esta combinación permite que los FitoComplejos ‘dialoguen’ con el organismo animal, mejorando su fisiología digestiva, modulando la respuesta inmunitaria e incluso impactando sobre la microbiota intestinal. Nanta apuesta por integrar estos Fitocomplejos dentro de sus piensos para programas de salud intestinal y productividad sostenible, desarrollando soluciones que, más allá de sustituir antibióticos, se enfocan en fortalecer la funcionalidad del animal desde una perspectiva preventiva. El enfoque ha cambiado hacia potenciar la salud y funcionalidad del animal desde dentro, actuando sobre los puntos de estrés metabólico o inmunológico.

Acción multifuncional y sinérgica: combinan efectos antimicrobianos, antiinflamatorios, antioxidantes y moduladores inmunitarios en un solo producto, mejorando la eficiencia sinérgica respecto a los principios activos aislados. Apoyo frente al estrés oxidativo: muchos de estos compuestos neutralizan radicales libres, lo que reduce la inflamación sistémica, mejora la inmunocompetencia y favorece procesos fisiológicos clave como la fertilidad o la recuperación posparto. Impacto sobre la sostenibilidad: algunos FitoComplejos modulan la microbiota ruminal reduciendo la metanogénesis, lo que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y mejora la eficiencia energética de la ración. Alta biodisponibilidad: gracias a tecnologías como la microencapsulación, los compuestos activos se protegen durante el tránsito digestivo y se liberan en el sitio adecuado, aumentando su eficacia y reduciendo la variabilidad en la respuesta.

En el FORO OVINO presentaremos el enfoque innovador de Nutreco a través del Jardín del Futuro y basado en FitoComplejos avanzados desarrollados gracias a inteligencia artificial propia. Esta IA analiza millones de compuestos bioactivos presentes en plantas medicinales para seleccionar los más eficaces según la función deseada (como salud digestiva, inmunidad o metabolismo). Luego, se identifica la planta óptima para producir ese FitoComplejo y se cultiva bajo control, con técnicas sostenibles y trazabilidad completa. El proceso culmina en la extracción y formulación de estos compuestos mediante tecnologías como la microencapsulación, que como ya hemos mencionado, asegura una alta estabilidad y eficacia en el animal. Aunque en ovino estamos iniciando las pruebas, los resultados en otras especies como vacuno o porcino son muy prometedores, y nos permiten avanzar con confianza hacia una nutrición más funcional, sostenible y adaptada a los nuevos retos productivos.

Para aprovechar al máximo el potencial de los FitoComplejos avanzados en nutrición animal, es fundamental aplicar una estrategia integral y personalizada. Lo primero es realizar un diagnóstico nutricional adecuado, que permita identificar los desafíos específicos de cada explotación. Con esa base, se deben seleccionar las combinaciones FitoComplejas más adecuadas para cada objetivo fisiológico y etapa productiva. No todos los FitoComplejos actúan igual, por lo que su eficacia dependerá de una formulación bien ajustada, de la dosis empleada y del momento de aplicación. Además, se recomienda que estos productos se integren dentro de un enfoque holístico, en combinación con un buen manejo, un plan sanitario riguroso y una genética adecuada. En definitiva, no se trata solo de incorporar FitoComplejos, sino de utilizarlos como una herramienta estratégica dentro de una nutrición de precisión orientada a mejorar el bienestar, la eficiencia productiva y la sostenibilidad del sistema.

Lo veo con optimismo. Creo que, en los próximos años, las tendencias en nutrición animal se orientarán hacia una mayor eficiencia, combinando técnicas avanzadas con prácticas naturales que mejoren la calidad de vida de los animales y los ganaderos. Por tanto, el gran objetivo será lograr producciones más eficientes, con una alimentación más precisa y personalizada. Aumentará el uso de tecnologías de recolección y análisis de datos. La digitalización y la integración de inteligencia artificial permitirán un seguimiento más detallado y proactivo de la alimentación y el bienestar de los animales. A través de plataformas y sensores que monitorean continuamente variables como el consumo de alimento, el peso, la actividad física y otros indicadores de salud, se podrá tomar decisiones más informadas y oportunas para ajustar las dietas y los programas de manejo. Además, la innovación en la fabricación de aditivos nutricionales jugará un papel fundamental. Ya empezamos a ver una mayor disponibilidad de productos que favorecen la salud intestinal, el sistema inmunológico y mejoran la digestibilidad de los forrajes y otros ingredientes, lo que resultará en animales más sanos, con menos necesidades de tratamientos. Esta eficiencia no solo será clave para la rentabilidad de las explotaciones mejorando los resultados productivos, sino que también permitirá una mayor adaptabilidad frente a las fluctuaciones del mercado y los desafíos climáticos, como la variabilidad en las fuentes de alimentación debido a las sequías o cambios estacionales, mejorará el bienestar animal y por tanto la percepción social del sector.