Entrevista a Luz María Ruano Abrantes, KAM Rumiantes de Ceva Salud Animal
“La fiebre Q provoca fuertes pérdidas de rentabilidad por los abortos, la infertilidad y más problemas como metritis”
Una de las enfermedades con mayores implicaciones en la sanidad animal de los pequeños rumiantes es la fiebre Q, debido a sus consecuencias productivas, además de sus implicaciones al ser una zoonosis. Ceva Salud Animal analizará en el FORO OVINO todos los aspectos relativos a esta enfermedad, para la que no es efectiva el uso de antibióticos, mientras que la aplicación de medidas de bioseguridad y la vacunación de los animales son las herramientas recomendables.
Luz María Ruano Abrantes.
¿Qué importancia tiene la fiebre Q en el sector de los pequeños rumiantes en la actualidad? ¿Y en salud humana?
A pesar de estar infradiagnosticada, es una de las zoonosis más extendidas tanto en sanidad animal en rumiantes como en salud pública. Desde el año 2017, España lidera los casos declarados de fiebre Q en humana de la UE.
¿Es una de las grandes enfermedades a la que deben prestar atención ganaderos y veterinarios?
Sí, por las graves pérdidas de rentabilidad que les ocasiona y el riesgo que supone al ser una zoonosis. Se considera ya la primera causa de abortos en ganado caprino y la segunda en ganado ovino.
¿Qué consecuencias productivas tiene su llegada a una explotación?
Los ganaderos detectan la presencia de la fiebre Q cuando tienen abortos y mandan muestras a analizar. Como presentaremos este año en el FORO OVINO, cada vez vamos diagnosticando más la presencia de Coxiella en granjas que no presentan abortos, pero sí infertilidad y bajadas de producción. Recientemente, un grupo de investigadores de Agentes Microbiológicos asociados a la Reproducción Animal (ProVaginBio) de la CEU-UCH, han descrito las primeras evidencias del impacto negativo de la fiebre Q sobre la microbiota ovina y caprina, vinculando además el tropismo seminal de Coxiella burnetii y su vínculo con la infertilidad. Por ello, será una de las ponencias que tendremos durante el seminario de Ceva en el próximo FORO OVINO.
¿Cuáles son sus perjuicios económicos?
Las pérdidas de rentabilidad en las granjas por la fiebre Q son muy elevadas, ya no sólo por los abortos, sino por la infertilidad, metritis y demás pérdidas de producción que causa. No podemos olvidar tampoco que es un agente muy inmunosupresor, con todo lo que ello conlleva. Además, es una zoonosis que puede hacer enfermar a los trabajadores y empeorar uno de los problemas que tienen que abordar hoy en día las granjas, como es la escasez de mano de obra.
¿Qué pautas generales de manejo y de prevención pueden establecerse para controlar la fiebre Q?
Como la mayor parte de las enfermedades infecciosas, es muy importante tomar medidas de bioseguridad en las granjas para intentar evitar su entrada, sobre todo, controlando la compra de animales (machos, corderas) evitar las visitas de otras granjas, uso de medidas de protección como guantes, mascarillas y vacunación de los animales de forma preventiva. No podemos olvidar que es una enfermedad que se transmite por el aire, va a desempeñar un papel muy importante el estado sanitario de las granjas cercanas.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Una vez que ya tienes el brote, el tratamiento con antibiótico no está recomendado, ya que con él está demostrado que no se reduce la excreción, no se acorta el tiempo de duración de la excreción y no se previene la infección en futuras gestaciones. El único tratamiento que existe en la actualidad es la vacunación de los animales y la implementación adecuada de medidas de bioseguridad.
¿Cuál es el marco legislativo de la enfermedad?
Es una enfermedad que está en la Lista E de las enfermedades de declaración obligatoria (EDO) y, por lo tanto, debe estar sometida a vigilancia. En septiembre de 2023 desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) se publicaron las recomendaciones a tomar en caso de declaración de un caso positivo de fiebre Q en una granja. Después de eso, muchas comunidades autónomas han preparado planes de control propios con ayudas para la vacunación en casos declarados, como la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, La Rioja y Baleares, y otras lo están empezando a hacer ahora.