Cobadu facturó 512 millones de euros en el pasado año y cuenta con 11.300 socios

Cobadu facturó 512 millones de euros el pasado año, con unos beneficios de cerca de 2,3 millones de euros y una inversión de unos 13 millones de euros. Esos datos se reflejan en las cuentas anuales de 2024 de esa cooperativa, que se aprobaron en la asamblea de socios celebrada en el recinto ferial Ifeza de Zamora y de las que informó el gerente de Cobadu, Rafael Sánchez Olea.

La facturación de la cooperativa se redujo en el último año en las cifras globales de negocio, con 13 millones de euros menos de facturación que en 2023, algo que la cooperativa atribuye a la bajada de precios, ya que tanto las ventas de ganado como de piensos se incrementaron. También los beneficios aumentaron en cerca de 600.000 euros en el último año, mientras que la inversión está por encima de la media de 10 millones de euros anuales de la última década.

Cobadu cuenta actualmente con 11.300 socios, principalmente en las provincias de Zamora, unos 6.000; Salamanca, cerca de 3.000; Valladolid, unos 750; Ávila, más de 500; y León, unos 450. Además, su producción y los piensos que elabora se venden tanto en Castilla y León como en Extremadura, el centro peninsular y en Portugal, donde cuenta con una veintena de distribuidores y presencia en las islas Azores.

Esta cooperativa, que es el mayor fabricante de España de piensos compuestos y tiene uno de los puntos de mayor capacidad de almacenamiento de materias primas con espacio para guardar hasta 600 millones de kilgramos, comercializó el pasado año 785.196 toneladas de piensos, un 1,6% más que en el ejercicio anterior. Del mismo modo, en 2024 comercializó 320.000 cabezas de ganado porcino, 53.387 de ovino y 50.218 de ovino, además de 41,2 millones de litros de leche, de los que unos 27 millones eran de leche de oveja, 13,5 millones de vaca y el resto de cabra.

Rafael Sánchez Olea advirtió de la incidencia que para el sector agroganadero pueden tener los aranceles en el comercio con Estados Unidos, ya que si la UE impone aranceles a la importación de soja o de maíz, por ejemplo, eso perjudicará al sector ganadero, aunque los aranceles al cereal favorecerán al sector agrícola.